Conoce Colombia

Juan Valdez, el símbolo de los cafeteros colombianos

Es casi tan popular como Papá Noel. Pero a cambio de la barba blanca, el traje rojo, el sombrero caído de medio lado y la bolsa de regalos, Juan Valdez luce un bigote pulido, una ruana al hombro, un sombrero de ala ancha y un carriel. En lugar de venados tiene a Conchita, la burra que le ayuda a llevar el café de Colombia hasta Nueva York o Kuala Lumpur. Juntos, como estrellas del cine, Juan y Conchita son el centro de atención cuando caminan por Times Square, donde todos les piden fotos o un sorbo de su delicioso café.

Cafés exquisitos para paladares sofisticados

El consumidor de hoy es más exigente. Cada día quiere productos de mejor calidad y más sanos. Le interesa probar sabores exóticos y únicos. Busca comprar eso que tiene una historia detrás o que habla de una cultura. Ante estas necesidades del mercado, Colombia se encuentra en una posición afortunada, ya que uno de sus productos estrella, el café, satisface los deseos de los paladares más sofisticados. Especialmente los cafés de origen, que provienen de regiones muy especificas y, por lo tanto, son suelos que producen granos de cualidades únicas que se venden sin mezclarse con otros. ¿Cuál es el secreto de cada uno de ellos?

El secreto detrás de un buen café

Llegas a la esquina, abres la puerta e inmediatamente lo sientes pasar por tu nariz, suave y placentero. Es un aroma intenso, pero gentil. Tienes que averiguar a qué sabe. Pides uno y tomas un sorbo. La idea que se había hecho tu lengua de lo que sería ese café queda anulada: el verdadero sabor de esa bebida que rueda exquisita por tu garganta es mucho mejor. Entonces piensas que todo se lo debes al barista, quien se las arregló para preparar el expreso perfecto, y tienes algo de razón. Pero a quienes realmente les debes esa pausa ideal a media mañana es a todas las personas encargadas de cultivar y recoger el grano en los cafetales colombianos. Desde el principio del proceso se va determinando si el café será bueno o malo. Por eso vale la pena entender cómo se cultiva: para descubrir sus secretos.

Biocombustibles: energía para salvar el planeta

La caña de azúcar es poderosa. En moderación, su glucosa es combustible para el cerebro. Le da energía para trabajar, para mantenerse atento, para vivir. Y su magia no tiene efectos exclusivos en los seres humanos: al destilar las mieles de la caña se obtiene etanol, un combustible alternativo que, al mezclarse con gasolina, permite que esta contamine un 30% menos; es decir, el etanol es un combustible amigo del ambiente que, además, una vez ha pasado por su proceso de transformación deja residuos que son utilizados como fertilizantes naturales.

Vive digital: el poder de la tecnología

¿Para qué sirve Internet? Lo primero que pensamos es que sirve para comunicarse, para estar informado, para acceder al conocimiento, para conectarse con el mundo y hasta para pagar los servicios y las cuentas del banco. Podríamos decir, en principio, que soluciona con practicidad asuntos con los que debemos lidiar cotidianamente a la vez que alimenta nuestro intelecto. Esto lo sabemos con solo ingresar a la red. Lo que no sabemos por experiencia propia, pero que ya está demostrado por expertos, es que Internet, así como la apropiación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), tiene una incidencia directa en la generación de empleo y en la reducción de la pobreza.

La tecnología y el agro, aliados para el progreso

Los amantes de la computación suelen estar encerrados. Cuatro muros son su paisaje, y una sala repleta de pantallas, cables, módems y teclados, su hábitat natural. Ellos, por lo general, tienen contacto con el mundo de afuera desde adentro. Sin embargo, hace más o menos un año, un evento sin precedentes tuvo lugar y los sedujo a tal nivel que los llevó a salir de la comodidad de sus realidades virtuales para arriesgarse a respirar el oxígeno que circula por las calles: en la central de abastos más grande de Latinoamérica, en Bogotá, se reunieron 50 líderes del sector agrícola colombiano con 150 desarrolladores digitales para trabajar, durante 48 horas consecutivas, en posibles ideas tecnológicas que pudieran atender problemas y necesidades de los actores de la cadena agropecuaria.